Tipos de HIFU facial. Imagen con los tipos.

Tipos de HIFU facial

El tratamiento HIFU facial se ha convertido en uno de los procedimientos no invasivos más demandados para rejuvenecer el rostro sin cirugía. Cuando hablamos de los tipos de HIFU facial, nos referimos principalmente a dos aspectos: la profundidad de penetración del ultrasonido en la piel y la tecnología del equipo utilizado. Conocer estas diferencias es clave para entender qué resultados se pueden esperar, en qué zonas actúa cada tipo y cómo varía el precio según la técnica empleada.

Profundidades del HIFU facial: lo que trata cada nivel

Una de las ventajas del HIFU (Ultrasonido Focalizado de Alta Intensidad) es que puede actuar en capas específicas de la piel sin dañar la superficie. Esto se logra mediante el uso de diferentes cartuchos o transductores, que trabajan a distintas profundidades:

1.5 mm – Superficial para arrugas finas

Este nivel actúa sobre la dermis papilar, ideal para mejorar la textura de la piel, tratar líneas finas y zonas delicadas como el contorno de ojos y la frente. En los equipos más recientes, puede usarse un cartucho de 2.0 mm, con funciones similares pero mayor precisión.

3.0 mm – Reafirmación y colágeno

A esta profundidad se alcanza la dermis reticular, capa más profunda de la piel. Estimula intensamente la producción de colágeno, lo que contribuye a una piel más firme. Se utiliza principalmente en áreas como las mejillas, la papada y los surcos nasogenianos (líneas de expresión entre nariz y boca).

4.5 mm – Efecto lifting profundo

Aquí es donde el HIFU muestra todo su potencial. Al llegar a la fascia SMAS (la capa muscular tratada en un lifting quirúrgico), se produce una retracción del tejido que genera un efecto lifting real. Es la opción ideal para redefinir el óvalo facial, la línea mandibular y el cuello.

Generaciones de HIFU: del 3D al 22D

El otro gran criterio para clasificar los tipos de HIFU facial es la generación tecnológica del equipo. Los términos como HIFU 3D, 7D, 12D o 22D no hacen referencia a una profundidad distinta, sino al número de líneas de energía que puede disparar el dispositivo en un solo pulso.

HIFU 3D y 4D – Equipos clásicos

Estos sistemas suelen emitir una sola línea por disparo o unas pocas líneas a la vez. Aunque más lentos, siguen siendo efectivos si están bien calibrados y manejados por profesionales formados. Son comunes en centros con equipamiento de generaciones anteriores.

HIFU 7D, 12D y 22D – Alta velocidad y precisión

Los equipos más modernos pueden disparar hasta 7, 12 o incluso 22 líneas simultáneas. Esto permite cubrir mayor superficie en menos tiempo, haciendo el procedimiento más cómodo y eficaz. Algunos dispositivos como el HIFU 22D combinan incluso tecnología Liposonic, útil para tratar grasa localizada en la papada o los laterales del rostro.

¿Es mejor un equipo más “D”?

No necesariamente. Estos nombres —aunque suenen impresionantes— son parte de estrategias de marketing. Lo fundamental no es solo la tecnología, sino la calidad del equipo y la experiencia del profesional. Un HIFU clásico bien aplicado puede dar mejores resultados que un 12D mal utilizado.

¿Cuánto cuesta un tratamiento HIFU facial?

El precio varía según el equipo, la profundidad trabajada y la zona tratada. Como orientación general:

  • Zona pequeña (ojos, frente, papada): entre 80 € y 150 € por sesión.
  • Rostro completo: de 250 € a 400 €, dependiendo del centro y la tecnología.
  • Rostro + cuello + escote: puede alcanzar los 600 € o más si se emplea un equipo de última generación.

Además, muchos centros ofrecen bonos de sesiones o promociones si se trata más de una zona o se combina con otros tratamientos estéticos.

¿Cuál es el tipo de HIFU adecuado para ti?

Elegir el tipo de HIFU facial adecuado dependerá de tus objetivos: si buscas una mejora superficial, las profundidades menores serán suficientes; si deseas un verdadero lifting sin bisturí, es necesario trabajar a 4.5 mm. En cuanto a la tecnología, elige un centro que te inspire confianza y te explique qué equipo utilizarán y por qué.

Recuerda que lo más importante es la valoración previa con un profesional cualificado que adapte el tratamiento a las necesidades reales de tu piel.


Autor: RedaccionActual | Artículos

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