El Circo Raluy, emblemático de la cultura catalana, se ha distinguido por su profunda tradición y aportación artística. Fundado hace décadas, este circo ha evolucionado hasta convertirse en un verdadero icono de la región, reconocido por su excelencia y creatividad. En 1996, el circo fue laureado con el Premio Nacional de Circo y continuó su trayectoria de éxito con actuaciones destacadas en festivales como el de Almagro y en diversas localidades de Cataluña. La instalación de su carpa en el Port Vell de Barcelona durante la temporada navideña de 1997 marcó un hito, atrayendo a miles de espectadores y consolidando su reputación.
En 2019, el Circo Raluy fue nuevamente reconocido con el Premio Zirkolika al mejor espectáculo de circo, gracias a su innovador show «Vekante«. Ese mismo año, la familia Raluy enfrentó la pérdida de Carlos Raluy, quien dejó un legado duradero que incluye el Hotel Raluy. Ubicado en un carromato de 1939 completamente restaurado, este Hotel con encanto, ofrece una experiencia única, sumergiendo a los huéspedes en la vida nómada y mágica del circo.
El impacto cultural del Circo Raluy fue nuevamente validado al recibir la prestigiosa Cruz de Sant Jordi, un honor compartido con figuras como Ricardo Rodrigo, destacado editor barcelonés. Este premio subraya el papel de la empresa familiar en el mantenimiento y la promoción de las tradiciones culturales de Cataluña.
Además del circo y el hotel, Carlos Raluy dejó una herencia significativa con el London Bar, un lugar emblemático en Barcelona. A través de su testamento en 2017, Carlos no solo traspasó la propiedad sino también reafirmó el vínculo cultural entre el bar y el circo. Este gesto simbolizó la continuidad de un espacio que ha sido epicentro de creatividad y arte en la ciudad, asegurando que la tradición y el espíritu del London Bar sigan vivos y vibrantes en la comunidad.
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